Un error quien comente Spring Breakers desde la sociología. Es un loop playero con tetas que se ostentan. El apunte moral engañó cuando Kids -Korine coescribió el guión- se quiso ver como denuncia a la decadencia adolescente de los wasp. Spring Breakers en realidad trata del encuentro espiritual. Spring Breakers trata de encontrarse a sí mismo. Un error quien lo comente desde la sociología. Spring Breakers, una película espiritual. Un Señor de los Anillos con tetas y mota. Pero el new age ha abaratado el encuentro con uno mismo. La tradición gringa teen del spring break ha vulgarizado el alcoholismo, las drogas, la cogedera. Ha abaratado el encuentro con uno mismo. Niños del high school gringos poniéndose hasta la madre: sin lema, sin miedo, sin gozo, sin conciencia dramática. Un error comentarlo desde la sociología. Spring Breakers rechaza el idealismo hippie, la confrontación punk, la abulia equis. Pero trata de encontrarse con uno mismo. Los Spring Breakers son autómatas que se intoxican. Loop con cámara barrida en slow. Las hordas de Spring Breakers son lo más parecido al bacanal que transfigura. Niños universitarios poniéndose hasta la madre. Las hordas Spring Breakers, semejantes al budismo. El spring breaker renuncia, se abandona. Como budismo. El embudo de cerveza renuncia y abandona. En loop. Las tetas tambaleantes se ostentan y se abandonan en loop. Los culos relucientes se ofrecen, se abandonan. Al abandonarse se encuentran consigo mismos. Inútil la sociología. Es encontrarse con uno mismo. Spring Breakers o El señor de los anillos que inhala coca. Spring Breakers o el vaciamiento ebrio. Spring Breakers o el vacío intoxicado. Spring Breakers o el anonimato de las cogidas. Spring Breakers o el bikini sin cachondería. Spring Breakers o la violencia como videojuego. Spring Breakers como un loop de cámara barrida. Spring Breakers como ganado de machos y hembras que se vacían. Spring Breakers como zombies encontrándose consigo mismos. Spring Breakers como docudrama para escandalizar daddys. Spring Breakers como escándalo en docudrama. Spring Breakers como comedia musical. Y violencia de videojuego. Señor de los Anillos con tetas y coca. Tetas que se ostentan y se abandonan. Sin sociología. Otra narrativa. Loop de cámara barrida. Loop costumbrista, loop gangsta, loop de tetas que brillan. Más cinismo gangsteril que denuncia. Por eso la inutilidad de la sociología. Por eso encontrarse a uno mismo. Como el Señor de los Anillos. También como Ciudad de Dios. Y James Franco como Zé Pequeño. Y Selena Gomez como Frodo de culo reluciente. Y Vanessa Hudgens y sus tetas que se ofrecen y se vacían. Y Ashley Benson como Jackie Brown adolescente. Y Rachel Korine como Britney Spears si fuera honesta. Spring Breakers como narrativa loop. Como budismo en bikini. Como Señor de los Anillos con embudos de cerveza. Inútil la sociología. Es encontrarse con uno mismo. Con tetas que se ostentan y se abandonan.
Esta reseña está como para enmarcarla, jefe. Grazie.