No me preocuparía esto porque creo en las ciencias políticas, la sociología, las encuestas Gea-Isa (jo, el desastre de hace seis años con Ciro y sus encuestas Gea-Isa) y el fraude patriótico, esquemático e institucionalizado, que no nos dará al candidato electo, sino al que no nos quedará de otra. Pero en el periódico Reforma apareció la nota sobre el sorteo para saber quiénes serán los funcionarios de casilla en la jornada electoral del 1 de julio. Tendrán el honor quienes hayan nacido los meses de febrero y marzo.
Y pues uno como mexicano ya ve moros con tranchetes por todos lados. Y forzando el músculo periodístico atisbé una indagación importante: nacidos en febrero y marzo, los funcionarios de casilla serán Acuario (del 20 de enero al 19 de febrero), Piscis (del 20 de febrero al 20 de marzo) y Aries (del 21 de marzo al 21 de abril).
Sería extenuante revisar las caracterizaciones de estos signos zodiacales para dar un comentario detallado sobre lo que nos espera. Dejo la tarea a algún analista comprometido, quien seguramente hará un mejor trabajo. Pero para efectos didácticos del post, me quedo con la descripción ya clásica de cómo se cambia un foco según cada signo zodiacal. Aunque esquemático, podría servir de orientación:
¿Cuántos Aries se necesitan para cambiar un foco?
Sólo uno, pero se necesitarán muchos focos.
¿Cuántos Acuario se necesitan para cambiar un foco?
Van a aparecer cientos de Acuarios, todos compitiendo para ver quién va a ser el único en traer la luz al mundo.
¿Cuántos Piscis se necesitan para cambiar un foco?
¿Qué? ¿A poco se fue la luz?
Desde aquí se puede temer el desgarriate que habrá en las casillas el primero de julio.
Ya veo a la presidente Aries revisando colérica cada credencial de elector y sospechando tranzas en la falta de bigote, exceso de barba, maquillaje excesivo o ojeras pronunciadas en los votantes, mientras el secretario Acuario intenta apaciguarla explicándole que uno somos todos y todos somos uno, y que lo más importante es reconocerse no en cada elector, sino en la identidad superior y diáfana del
ELECTORADO
ante el muy justificado recelo de los representantes de los partidos; la presidente Aries apurando a cada votante, truene de dedos porque cruzar el logo del partido es para ahorita, si ya tuvieron seis meses de publicidad por qué tardan tanto. Y entonces el secretario Acuario recordaría: que en su rol al Sayulita Fest se le aparecieron cual Caballeros Jedi: Heberto, el Doctor Nava y Maquío, y le explicaron que un voto es un voto, y que los votos por votos florecen casilla por casilla. El presidente Aries respondería que se dejara de mamadas porque él ya arruinó tres sábanas informativas en su apuro por tener el conteo completo de los votos; el secretario Acuario iluminaría: «respira, visualiza, contabiliza».
Ahí el escrutador Piscis les preguntaría si no quieren chamoy.
Tal vez Acuario de presidenta y Aries de secretario funcionaría mejor: presidenta Acuario pediría que funcionarios y representantes se tomen de las manos, lancen su mirada al interior y sientan cómo va emergiendo, desde las brumas, en su forma primigenia, la palabra:
DEMOCRACIA
Mientras, el secretario Aries apuraría porque todavía hay que vaciar urnas, contar votos, firmar actas y llevarlas -qué enredado- al Consejo Electoral. Y mostraría cuchillos, macanas y chacos prestos a enfrentar a los agentes del fraude, dos meses de practicar autodefensa para dirimir irregularidades a magullones y puños, en nuestra casilla las chingaderas no se vuelven a hacer.
Entonces se asomaría Piscis: «¿qué están contando? ¿Neta no quieren chamoy?»
Puede haber un escenario más en el que Piscis sea presidente. Y pregunte:
—¿Dónde está la engrapadora?
—¿Cuáles son las actas?
—¿Si nos trajeron de los fólderes bonitos, los que se doblan así? (y le haría «así»).
—¿Quieren chamoy?
Los Aries desesperados, los Acuarios visionarios, los Piscis (¿también estamos los Piscis?) tendrán en sus manos, en cada una de las casillas, el destino de México.
No es para preocupar, sí para tenerlo en cuenta.
—o—
Por cierto, López Obrador es Escorpión (13 de noviembre) y Meade (27 de febrero) y Anaya (25 de febrero) son Piscis.
Piscis.
¿A poco se fue la luz?
Pero este análisis lo dejo a opinólogos autorizados como Ricardo Alemán, Leo Zuckermann, Pablo Hiriart, Krauze papá y Krauze bebé, Mizada Mohamed y Carlos Marín.
Ellos tienen mejores herramientas.
Ellos sabrán.